Piensa en toda la ropa que tienes en tu armario. Seguro que de entre todas tus prendas hay algunas que consideras tus básicos, es decir, aquellas que te salvan la vida cuando no sabes qué ponerte antes de salir de casa. Quizás estos básicos son un pantalón tejano, una camiseta negra, un vestido liso, unos zapatos o sandalias de color negro o una chaqueta que combina con casi todo y que te ha sacado de más de un apuro. Entonces, si este concepto, al que nos vamos a referir como “fondo de armario”, nos es tan útil a la hora de vestirnos, ¿por qué no lo utilizamos de la misma manera en nuestra cocina?
La idea es que en las despensas, neveras y congeladores de casa siempre estén presentes nuestros “fondos de armario” alimentarios. Estos suponen los alimentos necesarios para poder sobrevivir a cualquier contratiempo y poder resolver una comida, cena o desayuno saludable en un tris tras. De hecho, también puedes coger alguna idea útil con las recetas rápidas y sanas que te proponemos en el Thiocamp.
¿Cuáles son los imprescindibles en la cocina?
Con la despensa, el truco está en comprar más cantidad de alimentos que no caduquen o, al menos, que no lo hagan en periodo corto de tiempo. Por ejemplo, los botes de conserva o los sacos de arroz son buenas opciones a la hora de llenar el armario de nuestra cocina, ya que son saludables y, además, pueden quedarse allí durante mucho tiempo. Lo más importante es controlar qué es lo que debemos consumir cuanto antes y aquello que podemos ir dejando para más adelante porque no se pondrá en mal estado.
- Tostadas integrales
- Frutos secos sin freír ni tostar (nueces, almendras, avellanas, pipas de girasol, calabaza, etc.)
- Leche o bebidas vegetales (soja, avena, almendras…)
- Chocolate negro (mínimo 80% de cacao)
- Cereales de desayuno sin azúcares añadidos (copos de avena, copos de maíz, arroz hinchado)
- Cereales integrales: arroz integral, pasta integral cuscús integral, trigo sarraceno, mijo, quínoa, fideos de arroz). Los puedes ir variando
- Aliños o condimentos: aceite de oliva virgen extra, vinagre de manzana o vino, especias (pimienta, comino, cúrcuma o hierbas aromáticas como la albahaca, el orégano o las hierbas provenzales), tomate triturado (sin freír), sal yodada y ajo
- Verduras: caldo de verduras sin sal, cremas de compra saludables, verduras en conserva (alcachofas, espárragos, setas, judías, zanahoria, remolacha…), cebollas y patata
- Proteínas: legumbres cocidas y/o secas, proteínas vegetales (soja texturizada), pescado azul en conserva (atún, bonito, caballa, sardinas, anchoas…), y otras conservas como berberechos y mejillones, por ejemplo
El congelador puede ser un gran aliado aunque, eso sí, es importante descongelar de manera correcta. Más información aquí. También es un buen recurso para congelar raciones que hemos preparado de más y usarlas como emergencia.
- Verduras congeladas (judía verde, brócoli, espinacas…)
- Pescado blanco (bacalao, merluza, rape…)
- Pescado azul (caballa, atún, salmón…)
- Carne blanca (pollo, pavo, conejo…)
- Proteína vegetal (hamburguesas vegetales…)
- Pan integral cortado en porciones (ideal para hacer los desayunos de la mañana, por ejemplo)
- Fruta congelada (frutos rojos, fresas, plátano, manzana, etc.)
En el caso de la nevera, los imprescindibles se han de comprar de manera más asidua, ya que son productos perecederos. Un dato importante es saber en qué día de la semana se va a hacer la compra con el objetivo de consumir solo lo necesario y no derrochar alimentos o quedarnos sin ellos.
- Fruta y verdura fresca
- Yogures naturales, queso fresco o bebidas vegetales
- Proteína vegetal: tofu, seitán, tempeh…
- Huevos frescos
- Pescado y carne fresca (si lo prefieres puedes tenerlos congelados)
Obviamente, no todos los “fondos de armario” tienen por qué ser iguales. Seguramente tus alimentos imprescindibles no serán los mismos que los de otra persona que, por ejemplo, es vegetariana, ya que esta jamás tendrá carne y pescado en el congelador aunque seguramente disponga de un tipo de verdura que a ti no te gusta. Sea como sea, puedes comprobar que disponer de un buen “fondo de armario” nos ayuda a llevar una alimentación saludable incluso cuando improvisamos.
A continuación os detallamos un menú elaborado con los imprescindibles de la cocina, eso sí, teniendo en cuenta que es importante reponer lo que uno gasta. ¡Buen provecho!
- Desayuno: 1 taza de bebida de avena con cacao puro y copos de maíz + fruta
- Media mañana: bocadillo de pan integral con atún y rúcula
- Comida: cuscús con tiras de pollo y judías verdes (en conserva) al curry
- Merienda: batido de frutas rojas (congeladas) con canela (yogurt o bebida vegetal) con frutos secos
- Cena: alcachofas (en conserva) salteadas con ajo y gambitas
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