Aunque es originaria de la India, la
flor de hibisco se consume en el norte de África desde los tiempos de los faraones. De hecho, sus
propiedades medicinales y su atractivo color le han ganado un lugar de honor en la gastronomía de culturas ancestrales de todo el trópico.
En Egipto se la conoce como karkadé, en Senegal se le da el nombre de bissap, en Gambia wanjo…
Esta planta (cuyo nombre científico es hibiscus sabdariffa) también es muy conocida por su
uso ornamental, e incluso se atribuyen a sus vistosas flores
propiedades afrodisíacas.
Los beneficios de la infusión de flor de hibisco son los siguientes:
• Diurética, incluso laxante
• Digestiva
• Estimulante
• Rica en
vitamina C y A
• Rica en
antocianinas, un potente antioxidante que le da su color rojo
• Beneficiosa en el tratamiento de la
hipertensión
• Protectora de los
vasos sanguíneos
En Senegal, el Bissap se suele tomar frío para potenciar su
efecto refrescante. La flor de hibisco es también
excelente en infusión. Para prepararla así:
- Deja en remojo un puñado de flores de hibisco en agua durante varias horas o, mejor, toda la noche.
- Cuela el líquido
- Añade azúcar al gusto
- Añade el zumo de medio limón o unas gotas de flor de azahar. También se pueden añadir unas hojas de menta y ¡voilà!
Si por el contrario no tienes mucho tiempo, se pueden poner las flores en agua hirviendo, dejar enfriar y colar.
Y si no te llaman la atención las infusiones, tampoco tienes excusa, ya que la planta fresca
se consume en ensaladas y se incluye también en la elaboración de
tartas, mermelada y salsas.
¿Vas a incorporar este ingrediente en tu dieta a partir de ahora? Empieza preparando un Bissap y disfruta del día con sabor africano.
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