Walt Disney utilizaba una estrategia para transformar sus sueños en realidades, coordinaba a la perfección tres posiciones claves para crear futuro, una estrategia para dar forma a sus sueños y convertirlos en realidades, la denominó “imaginería”.

Según personas que lo conocieron, en las reuniones de trabajo nunca se sabía con que Walt Disney se toparían, si con el soñador, el realista o el crítico, pero todo nuevo proyecto pasaba por estos tres procesos:

1. El soñador. Sueña con tu objetivo, con tu proyecto, sueña a lo grande, representa y expande tu idea. Es la fase del “quiero” y sus funciones son  fijar el objetivo (siempre en positivo), establecer el propósito y ver las recompensas y beneficios de alcanzar ese objetivo. ¿qué es lo que quiero hacer? ¿cuál es mi propósito? ¿qué beneficios obtendré? ¿cuándo los obtendré?

1. El realista. La función de la posición del realista consiste en convertir el sueño en un plan viable. Analiza todas las posibilidades, céntrate en el plan de acción, en “cómo” lo harás, y define todos los pasos  a seguir. ¿cómo lo voy a hacer? ¿de qué recursos dispongo? ¿cuándo lo voy a realizar? ¿qué me indicará que voy por buen camino?
2. El crítico. Es la fase del “¿y si?” y el “pero”. En esta posición se trata de evaluar el objetivo, para buscar posibles problemas o dificultades y el impacto que podrían sufrir otras personas ¿qué problemas pueden surgir? ¿a quién afectará este objetivo?

Recuerda que el soñador es necesario para formar nuevas ideas y objetivos, el realista es el medio para transformar las ideas en algo concreto y el crítico es el que se encarga de redefinir las ideas y evitar los problemas. ;)