Existen algunos principios básicos que rigen la planificación de un buen entrenamiento deportivo.  Se trata de entender las bases para estructurar con sentido común la actividad física, pero sobretodo,  para aumentar la eficacia de tus sesiones.

A lo largo de los 2 próximos artículos iré explicando algunos de los más importantes.  Hoy empezamos con los siguientes:

1. Principio de la Continuidad. Es evidente que la constancia en el ejercicio es fundamental  para conseguir tus objetivos. Quizás tardes unas semanas en conseguir cierta rutina, pero una vez la consigas, verás que se genera una inercia que te hace sentir cada vez mejor, hasta que se convierte en una necesidad.

 

2. Principio de la Progresión. Para conseguir la constancia necesaria, el secreto está en iniciar la actividad de forma escalonada y progresiva. Empieza con 1-2 días por semana con alguna sesión suave que sea asequible, divertida y que puedas terminar sin problemas. Después de un par de semanas aumenta el tiempo que dedicas, o bien, aumenta un día más semanal. Más adelante, en vez de seguir aumentando el volumen, debes aumentar la intensidad del ejercicio.

 

3. Principio de la Individualización. Otro de los grandes ejes sobre el que debe pivotar una buena planificación es intentar en lo posible que el ejercicio se ajuste a tu nivel de condición física, gustos, necesidades, objetivos,…pero también, a tus lesiones, a equilibrar tus actividades diarias,… Para ello, planifica con tiempo las posibilidades que te proponemos en Thiocamp, tanto en el nivel de entrenamiento, como en eliminar o potenciar aquellos ejercicios que más te convengan.