Entrenamiento
Cumple tu propósito de hacer deporte
¡Anímate a hacer deporte! La actividad física interviene positivamente en lo más importante: la salud. Consigue tu meta de llevar una vida saludable.
Por Glòria Sobrero Entrenadora Personal Thiocamp
La actividad física siempre está presente en las listas de nuevos propósitos, y no es extraño, ya que, además de afectar directamente a nuestra apariencia física, interviene positivamente en lo más importante: la salud. El problema es que muchas veces no logramos implementar el deporte en nuestras vidas porque a la mitad del camino tiramos la toalla.
Como sabemos lo importante que es el deporte para la salud, hemos elaborado un artículo con una serie de consejos profesionales para que logres cumplir tu propósito de hacer deporte de una vez por todas.
Infórmate sobre los beneficios que aporta el deporte a tu cuerpo
Para motivarte a hacer deporte, primero debes saber todos los beneficios que aporta a tu cuerpo. ¿Sabías que el ejercicio físico mejora la esperanza de vida? Así es, pero se debe practicar de forma frecuente.
Además, la práctica deportiva interviene directamente en la calidad del sueño. Y todas sabemos lo importante que es dormir bien.
Cuando realizamos deporte también eliminamos toxinas y mejoramos nuestra circulación sanguínea y pulmonar. El ejercicio físico disminuye el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.
Otra razón para hacer un entrenamiento físico de forma regular es el objetivo de bajar de peso. Así como el de ganar fuerza, flexibilidad y mejorar la resistencia de los huesos.
Y, como no, los beneficios que nos aporta en el terreno de la salud mental: reduce el estrés y la ira; afecta positivamente en la actitud y la autoestima; y nos reconecta con nuestra respiración.
Fíjate objetivos realistas
Es algo obvio, pero solemos tropezar con este asunto al inicio de nuestro camino hacia los buenos hábitos de vida saludable. Primero de todo, es primordial que te pares a pensar cuál es tu condición física, cuándo fue la última vez que entrenaste y durante cuánto tiempo. Es importante conocer cuáles son tus fortalezas y debilidades en la actividad física para poder elaborar un plan duradero.
En cuanto a la frecuencia de entrenamiento, piénsalo de forma sensata. Márcate un número de días por semana y una duración del entrenamiento razonable. Es mejor comenzar con un plan de tres sesiones a la semana de 20 minutos de duración, que dejarte la piel una vez cada diez días. Se debe ser constante para establecer una rutina. Una vez tengas unos buenos hábitos, podrás marcarte nuevos objetivos.
También es muy importante que te planifiques muy bien el día y que el deporte tenga su propio momento. El entrenamiento nunca debe ser una opción entre otras. Por ejemplo, si sabes que por la tarde, tras tu jornada laboral, siempre surgen quehaceres que te impiden entrenar, haz deporte por la mañana antes de empezar la jornada laboral. De este modo, te aseguras que nada se interpondrá en tu objetivo. Si a tu día le faltan horas, siempre puedes probar con un entrenamiento en casa.
Ve de menos a más
Márcate un nivel inicial que puedas realizar a buen ritmo hasta el final y no te frustre. Poco a poco, podrás ir aumentando la duración e intensidad de tu plan de entrenamiento porque, a la vez que trabajamos la musculatura, también aumentamos la resistencia y podemos ponernos metas más complejas.
Eso sí, nuestros objetivos deben suponer un reto. Si no modificamos la intensidad de nuestros retos, nos quedaremos en el mismo lugar. Tenemos que marcarnos pequeñas metas que nos queden uno paso por delante del punto en el que estamos y que supongan un desafío, pero que sea alcanzable.
Un consejo: Si no quieres centrarte en una práctica deportiva concreta, como por ejemplo correr, y deseas trabajar distintas áreas, alterna las sesiones.
Encuentra tus propios motivos
¿Por qué quieres conseguir tu propósito? Debes encontrar una razón personal por la cual luchar para alcanzar tu objetivo, es el primer paso para comprometerte. Será tu as en la manga en los momentos difíciles. Habrá días en los que te pondrás excusas y, el modo de callarlas y levantarte a entrenar será tu motivación.
Cuando tengas claro qué es lo que te mueve, el único modo de comprometerte es empezar a hacer ejercicio. Pero, eso sí, es importante comenzar con una meta basada en lo que a ti te motiva. A medida que vayas entrenando, irás viendo sus efectos positivos que te arraigarán aún más a tu motivación, hasta que lo conviertas en un hábito.
Haz que la actividad física forme parte de tu estilo de vida
Para acabar, te proponemos una serie de consejos que te ayudarán a tener unos hábitos de vida saludable. El primero: moverte cada día. Aunque no toque entrenar, debes salir a la calle y pasear o hacer alguna tarea en casa.
También es muy importante llevar una dieta saludable y equilibrada, sobre todo si quieres bajar de peso de manera saludable.
Y, por último, recordar que el descanso forma parte de tu plan de entrenamiento. Debes escuchar a tu cuerpo y no sobrecargarlo.
No lo dudes más y empieza hoy tu entrenamiento. Recuerda siempre calentar antes de hacer ejercicio y, sobre todo, ¡Disfruta del deporte!