El placer es muy necesario, en su sentido más instintivo nos genera una sensación de agrado, de gusto que nos hace sentir bien. La comida aporta este placer instintivo, sobre todo aquellos alimentos con más contenido calórico, grasas, azúcares, hidratos de carbono o sal, ya que, en nuestros tiempos más primitivos y hasta no hace mucho tiempo, era una estrategia de supervivencia.
Hoy en día, seguimos teniendo activada esa estrategia primitiva. Además, nuestro entorno está lleno de dichos alimentos y es muy fácil caer una y otra vez en el placer de la comida.
Sin embargo, cuando basamos nuestra alimentación en estos alimentos, lo que antes era una estrategia de supervivencia se convierte ahora en un arma de doble filo: nos causa enfermedades, déficits nutricionales y sentimientos de culpabilidad.
Si por el contrario realizamos una alimentación donde no aparece ningún alimento que nos aporte placer, como la típica dieta donde parece que está prohibido disfrutar para obtener resultados, seguramente esa dieta tendrá un principio y un fin.
Entonces, ¿qué es el bienestar? La alimentación del bienestar es aquella que te permite un equilibrio entre disfrutar y lograr tus objetivos de salud. Lo bueno es que también puedes sentir placer cuando asocias beneficios importantes para ti a otros alimentos que en principio no son instintivamente placenteros, estos son los que llamamos alimentos de tu bienestar.
Aquí vemos una tabla con un ejemplo práctico.
Te invitamos a que diseñes tu propia tabla e identifiques tus alimentos de placer máximo, aquellos que te llevan a la mentalidad dieta y cuáles forman parte de tu alimentación de bienestar. ¿Te animas?
Si te cuesta identificar los alimentos de tu bienestar, apúntate al Thiocamp: encontrarás muchas ideas de menús y recetas saludables, que seguro que añadirás a tu lista.