¿Quién no ha sufrido de las cervicales alguna vez en la vida? Esta es una dolencia muy habitual y hay varios factores que influyen en su aparición, como el estrés o cargar demasiado peso. Pero muchas veces también aparece cuando cometemos errores en la práctica de algún deporte.
En términos más técnicos, el dolor cervical es calificado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como un conjunto de signos que alteran el funcionamiento normal de la región del cuello, justo en las vértebras. Unas alteraciones que provocan trastornos del sistema músculo-esquelético y del tejido conectivo.
Al ser una lesión tan común, el equipo de Thiomucase hemos elaborado una guía con para entender las causas y adquirir hábitos para prevenirla.
Causas del dolor cervical
Hay muchos factores que pueden provocar estos dolores, casi siempre es la interacción de varios de ellos. Un estilo de vida sedentario, mantener una postura inadecuada durante mucho tiempo, la forma de dormir, hacer un mal gesto, hacer movimientos amplios articulares, son algunas de las causas. Hasta el uso del sujetador puede causar dolor cervical en algunas mujeres.
Normalmente el dolor se suele ir pasados unos días, el problema surge cuando esto no sucede de forma natural.
Síntomas del dolor de cuello
Tensión muscular.
Rigidez de los movimientos articulares.
Dolor en uno de los lados.
Dolor al mover el cuello o al realizar posturas adecuadas.
Cefaleas y náuseas.
Dolor de mandíbula y facial.
¿Cómo acabar con esta dolencia?
Para quitar el dolor cervical hay varios consejos útiles y fáciles de poner en práctica. Son pequeños cambios en la rutina diaria que os ayudarán a prevenir esta dolencia.
Para
mejorar la postura al dormir hay varias cosas que podemos hacer. La más importante es mantener el cuello en posición recta durante toda la noche. Si dormimos boca arriba lo mejor es usar una almohada baja, en cambio, si dormimos de lado, tendrá que ser un poco más alta. Lo importante es mantener el cuello de forma horizontal.
En el trabajo, es importante que tomemos una serie de medidas preventivas. Si trabajamos en una mesa, debemos sentarnos lo más cerca posible (pero que nos sintamos cómodos), así no nos inclinaremos hacia adelante todo el rato y evitaremos cargar la zona cervical. Tenemos que sentarnos correctamente, cerca del respaldo y no en el borde de la silla. Además, debemos elegir una mesa, o ajustar su altura a la nuestra para que no nos obligue a permanecer en una postura encorvada. Tampoco es recomendable apoyar el peso sobre un lado del cuerpo o cruzar las piernas. Por último, evitaremos los asientos blandos y las sillas sin respaldo o las que sean demasiado grandes o demasiado pequeñas.
Como solemos permanecer muchas horas sentados, vamos a dar más detalles sobre este aspecto. Tenemos que priorizar sillas altas con respaldo recto, evitar los sofás que son demasiado blandos y sentarnos siempre con la espalda recta. Si son varias las horas que vamos a pasar sentados, es mejor hacerlo en asientos anatómicos, los que tienen una pequeña curva en la zona lumbar, con reposabrazos. En caso de no disponer de reposabrazos, apoya los brazos en la mesa. Es muy importante cuidar nuestra espalda, te lo explicamos:
La importancia de cuidar la espalda.
Todos sabemos que es muy importante la forma en la que subimos y bajamos objetos, por esto os explicamos la mejor forma de hacerlo: tenemos que agacharnos con las rodillas flexionadas y la espalda recta, coger el peso en cuestión y subir con la carga cerca del cuerpo. Recordad que nunca debemos coger los objetos pesados con la espalda flexionada, hay que intentar repartir el peso entre los dos brazos. Si no es posible, podemos usar una carretilla u otro elemento para que nos ayude. Y, si lo usamos, hay que tirar hacia adelante y no arrastrarlo.
La forma en la que cogemos nuestro teléfono también nos puede provocar dolor cervical. Debemos evitar sujetar el teléfono con en el hombro, ya que esto hace que tengamos que inclinar la cabeza, es mejor sujetarlo con la mano o utilizar un auricular.
Otro buen consejo es no cargar demasiado los bolsos y las mochilas. Pueden desequilibra la musculatura de la espalda y alterar el centro de gravedad. En el caso de las mochilas, deberemos usar las dos asas y, a poder ser, mejor usar una cinta que la ate a la cintura. Esto acercará el peso al cuerpo y evitará que se mueva. El peso no debe exceder el 15% del peso de la persona. En el caso de los bolsos, no es recomendable superar el 10% del peso.
Si ponéis en práctica estos sencillos consejos, podréis prevenir el dolor cervical.
No lo dudes más y empieza hoy tu entrenamiento. Recuerda siempre calentar antes de hacer ejercicio,
estirar y, sobre todo, ¡Disfruta del deporte!
