Las
enfermedades se generan por el estrés, la contaminación o la falta de ejercicio, pero también por una
mala alimentación que provoca un fallo en nuestro sistema inmunitario.
La
comida que ingerimos tiene una
gran influencia en nuestras defensas, ya sea para bien o para mal.
Si llevamos una dieta demasiado alta en harinas, grasas y azúcares es probable que el sistema inmunitario esté más debilitado y permita el ingreso a los virus y las bacterias.
Por el contrario, si comemos
alimentos más saludables, como frutas y verduras de estación, el cuerpo estará preparado para
“hacer frente” a los microorganismos que producen enfermedades.
Además de controlar el peso, la reducción de grasas permite un mejor funcionamiento inmunitario.
Los alimentos que nos ayudan a estimular las defensas son:
- El ajo: es un remedio natural muy utilizado para estimular las defensas. Se utilizan los bulbos o la cabeza. Entre sus indicaciones podemos destacar el papel regulador de las prostaglandinas. Inhibe la Prostaglandina E2, implicada en los procesos inflamatorios en general, alergias y procesos autoinmunitarios.
- La cebolla: es cardiotónica, estimulante de la circulación y del apetito. Además alivia el estreñimiento y facilita la digestión.
- La jalea real: es el alimento que únicamente consume la abeja reina en el panal. Contiene muchas vitaminas, sobre todo de los grupos A, B, C y E. La jalea real también aporta cobre, hierro y fósforo. Y además nos ofrece selenio, ácidos grasos insaturados y calcio.
- El jengibre: esta raíz tan usada en la gastronomía asiática tiene muchos beneficios y por ello forma parte de la medicina natural desde hace siglos. El jengibre sirve para combatir las infecciones y mejorar la salud celular debido a sus antioxidantes. Puedes espolvorearla en tus comidas o bien preparar una infusión.
- El yogur: contiene diferentes “bacterias buenas” que se encargan de regular la flora intestinal y, al mismo tiempo, de proteger el sistema inmunitario. Además del yogur te recomendamos que comas kéfir o algún otro alimento fermentado.
- El té verde: la infusión más consumida en Asia ofrece unos potentes antioxidantes llamados polifenoles y catequinas. Estos tienen la capacidad de aumentar la inmunidad en el organismo.
- Las espinacas: son un superalimento que se puede consumir de múltiples formas, como tartas, batidos, rellenos, ensaladas… Esta rica verdura de hoja verde es una gran fuente de vitamina C y ácido fólico, por lo cual refuerza el sistema inmunitario y repara las células.
