Pero aquí tienes los beneficios de cada uno de ellos para que tú misma decidas cuál prefieres:
A favor del café:
- Nos ayuda a despertarnos y nos mantiene alerta.
- Algunos estudios aseguran que previene contra algunos tipos de cáncer y protege el hígado así como de padecer enfermedades como la diabetes, el párkinson o el alzheimer.
- Es una de las principales fuentes de antioxidantes vegetales. Nos ayuda a combatir el envejecimiento de las células.
- Combate el estreñimiento.
- La cafeína nos ayuda a quemar las grasas acumuladas.
A favor del té:
- Combate la celulitis ya que es diurético y nos ayuda a eliminar la acumulación de líquidos, uno de los causantes de la aparición de la piel de naranja.
- Fortalece los huesos y reduce el riesgo de sufrir artritis.
- Previene la obesidad.
- Cuida nuestro sistema inmunológico y nos protege ante la aparición de gripes y resfriados.
- Previene la aparición de algunos tipos de cáncer.
Seguramente, la combinación perfecta pasa por combinar las dos bebidas durante el día y así poder beneficiarte de todos sus efectos sobre nuestra salud. En todo caso, nuestra recomendación es que, si no puedes prescindir del café, controla un poco su consumo y hazle un hueco en tu día a día al té. ;)