La hidratación, una fuente de salud

Tu cuerpo se compone de un 65-70% de agua. Significa que tienes, según tu peso, más de 40 litros de líquido intra y extra celular “bañando” cada una de las células de tu magnífico cuerpo. Alrededor de 5 litros son sangre, pero el resto de esa agua es fundamental para el buen funcionamiento de órganos tan importantes como tu cerebro, tu hígado, tus intestinos… El hecho de perder este porcentaje a lo largo de la vida podría ser una de las claves del envejecimiento.

Por eso, debes beber alrededor de 1,5 litros de agua al día, y es importante que sea fundamentalmente agua… sin aditivos, azúcares o gas. ¡Cada vez oigo a más gente que sólo bebe zumos o colas!

Si la dureza del agua de tu pueblo o ciudad hace que el agua no tenga buen sabor, te aconsejo que instales un sistema de osmosis inversa en tu casa. Te librará de ese sabor a cal, y además de multitud de metales pesado y otras sustancias, que ni imaginas…

Durante el ejercicio debes regular las pérdidas de líquido de tu cuerpo, en especial durante y después de la actividad física y en horas de calor. Anticípate, 15-30 minutos antes de la actividad debes beber. Si la actividad es larga, debes hidratarte durante el esfuerzo cada cierto tiempo y debes reponer el gasto de agua después de finalizar tu ejercicio. También existen en el mercado bebidas isotónicas, incluso con hidratos de carbono de absorción lenta que van a prolongar tu rendimiento.

Toma en serio este aspecto especialmente en días calurosos, puede acarrear problemas de deshidratación y llegar a un golpe de calor con la pérdida de conocimiento…