Agosto está a la vuelta de la esquina y muchas ya debéis estar haciendo la lista de cosas pendientes antes de iros de vacaciones y desconectar de la rutina diaria de todo el año. Son días frenéticos en el trabajo porque hay que dejar todo cerrado hasta la vuelta, las jornadas se convierten en carreras de idas y venidas del trabajo a casa, de casa al súper porque necesitamos mil y una cosas para nuestro viaje… y así hasta terminar con la larga lista de tareas que tenemos pendientes.
Pero esta hiperactividad se para de golpe el día 1 de nuestras vacaciones y esto no todo el mundo sabe llevarlo. Ese día hay quien siente un gran vacío o una gran ansiedad por la pérdida de la rutina diaria… Y aunque parezca mentira esta sensación ya tiene nombre, se llama estrés vacacional. Nuestro cuerpo está acostumbrado a unos ritmos diarios que, de golpe, se ven reducidos a la mínima expresión y nos podemos llegar a sentir perdidos y desorientados.
Los psicólogos dan una serie de consejos y trucos para evitar que el estrés vacacional sea menos traumático y la futura vuelta al trabajo sea mejor. El primer paso empieza con una buena planificación de las vacaciones. Los expertos aseguran que es mejor repartir los días de fiesta en dos ocasiones durante el año para que nuestro cuerpo no sufra de golpe el parón y no le cueste tanto arrancar a la vuelta.
Otra idea importante es, si vamos de viaje a alguna ciudad, no marcarnos un calendario a seguir ni unos horarios. Debemos permitirnos el lujo de improvisar durante nuestro tiempo libre aunque estemos en otra ciudad o país.
Relacionado con la imposibilidad de desconectar al 100% del trabajo durante las vacaciones, los psicólogos y psiquiatras recomiendan marcarnos el tiempo diario que vamos a destinar a mirar el correo o a atender alguna llamada laboral. Si son 30 minutos al día, serán 30 minutos ni uno más ni uno menos. Esto nos permitirá un punto de conexión con el trabajo porque no tendremos la sensación de desatender nuestras obligaciones y, después, nos permitirá relajarnos porque hemos cumplido con nuestros deberes.
Tampoco debemos dejar la planificación de nuestro viaje para los últimos días antes de irnos. Es mejor mirar con tiempo los vuelos, el coche de alquiler o el alojamiento para que esto no se convierta en una de nuestras principales fuentes de estrés.
¡Ahora sí que ya estamos preparadas para disfrutar al 100% de nuestras vacaciones!
¡Ánimo con el lunes! ;)