“Cuando uno tiene la sensación de que no controla nada en su vida es imposible que sea feliz”. Eduard Punset. Aunque personalmente prefiero utilizar la palabra “dirigir” antes que “controlar”, la frase queda bastante clara: si diriges algo en tu vida te sentirás feliz.
Cada vez más, vemos en nuestra sociedad personas que se llenan de compromisos y se proponen muchísimos objetivos a cumplir como: querer ascender en el trabajo, querer tener una segunda vivienda, querer que los hijos aprendan idiomas y además que realicen un curso y prácticas en el extranjero, querer compaginar una carrera universitaria con un trabajo y más y, eso es demasiado.
Una persona va a poder cumplir con uno de estos compromisos u objetivos; pero va a ser muy difícil incluir todos ellos a la vez. Es entonces, cuando se controla tanto, que la vida se descontrola.
Pero, para ser feliz necesitas esa sensación de dirigir algo en tu vida… ¿Te parece absurdo comprender por qué a una persona le entusiasma salir a correr cada día un poco más rápido? o ¿por qué hay personas que se pasan la mayor parte del tiempo mirando a través de un microscopio observando virus y microbios o haciendo fórmulas matemáticas? Sencillamente, hacen lo que les gusta y obtienen un beneficio a cambio, esta es su forma de dirigir su vida.
Ya sea por un deporte, por un hobbie o por una profesión, esfuérzate y déjate embriagar por ella. Pon atención a tus planes y objetivos y entra en lo que Mihály Csíkszentmihályi —profesor de psicología — denomina el “estado de flujo“, ese estado de motivación y atención en el que todo brota y fluye, en el que pierdes la noción del tiempo, en el que disfrutas del momento, en el que sientes que vale la pena seguir tus planes y objetivos marcados.
Y recuerda, ¡nunca es tarde! ;)