Recuperas tu agenda y empiezas a escribir todo lo que tienes y quieres hacer en esa semana. Pasa la semana y has conseguido hacer la mitad de lo que te habías propuesto. Seguro que piensas en organizarte de diferente forma pero al cabo de la semana caes en lo mismo.
En ese caso te dejo un par de ideas para organizar y planificar tu agenda con el fin de gestionar, mejorar y disfrutar de las 24 horas del día.
¿Qué es prioritario para ti?
Antes de escribir tus tareas y citas en tu agenda escribe aquello que es prioritario para ti, aquello que es importante para ti y que te va ayudar a conseguir tus objetivos. Define y escribe objetivos realistas.
Un error común es anotar en la misma agenda las tareas, notas, eventos y citas. En tu agenda sólo anota tus citas (entrevistas, reunión de trabajo, cena con las amigas, un concierto, visitar una exposición, clase de yoga, etc.) que tengan fecha. En una hoja en blanco o en otra libreta escribe las tareas necesarias para conseguir tu objetivo.
Un ejemplo, el día X tienes una cita, una entrevista de trabajo importante para ti, la anotas en la agenda. Antes de la cita sería conveniente realizar algunas tareas como
- Buscar información de la empresa para la que vas a hacer la entrevista
- Leer tu currículo y modificarlo si fuera necesario
- Imprimir una copia
- Preparar la entrevista con tus puntos fuertes y el para qué de querer trabajar en esa empresa.
- Si es necesario, localizar el lugar de la entrevista y decidir el medio de transporte
- Escoger la ropa para la ocasión
Todas ellas son tareas a realizar para el primer paso hacia tu objetivo, la entrevista de trabajo.
Sigue el mismo método para los objetivos de las diferentes áreas de tu vida, (familiar, social, de pareja etc.) anota aquello que es prioritario para ti, aquellas citas con fecha y realiza una lista de tareas si es necesario.
Cuando tengas anotadas tus tareas agrupa las que puedas realizar en un mismo contexto. Por ejemplo si necesitas realizar varias llamadas telefónicas agrúpalas y haz una llamada seguida de otra.
No te vuelvas una esclava de tu agenda ni tampoco vayas contracorriente. Es necesario que seas flexible, revisa asiduamente tus tareas y tus citas para evaluar si aún siguen siendo importantes para ti y asume que pueden suceder imprevistos externos que desmonten tu agenda entonces, valora y replanifica tu agenda con los nuevos cambios.